Caso Cambridge Analytica. Las redes no son gratis, las pagas con tus datos / Juan Pablo Toledo
En Internet no existe la privacidad
El escándalo
¿Qué hay detrás de esta escaramuza controlada?
Por Percy Francisco Alvarado/Descubriendo Verdades
A mis manos han llegado dos documentos que, no por viejos, tienen el valor de demostrar cómo la National Endowment for Democracy (NED) –ente que sirve de pantalla al gobierno de Estados Unidos– siempre ha estado involucrada en organizar, dirigir y financiar la subversión contra la institucionalidad en Cuba.
En los mismos están involucrados el Centro de Investigación y Capacitación de Emprendedores Sociales (CISES), dirigido por la argentina Micaela Hierro Dori y su beneficiario conocido como Red Latinoamericana de jóvenes por la Democracia en Cuba-Mesa de Diálogo.
“El fin del proyecto es fortalecer el diálogo y el liderazgo juvenil para impulsar el proceso de democratización de Cuba y su inserción a la comunidad internacional basado en los valores democráticos, de libertad de mercado y el respeto de los derechos humanos. El propósito es impulsar una Mesa de Dialogo de Juventud Cubana, apoyando especialmente a jóvenes líderes de Juventud Activa Cuba Unida (JACU), Movimiento Cristiano de Liberación (MCL), Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), y Movimiento Cubano de Jóvenes por la Democracia (MCJD) entre otros jóvenes de distintos grupos de la sociedad civil y partidos politicos. Para ello, por un lado, se continuara con las actividades desarrolladas por los miembros de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia en Cuba conformada en 2013, que se verá ampliada y fortalecida durante el año 2014. Los jóvenes de 9 países de la región (Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, México, Panamá, Venezuela y Uruguay) organizaran eventos en universidades y con organizaciones sociales de jóvenes y la juventud de partidos politicos para concientizar y difundir la realidad de Cuba y vincularlos con los jóvenes cubanos. En segundo lugar, se capacitará a jóvenes integrantes de la Mesa de Dialogo de Juventud Cubana invitándolos a los distintos países de la región para que estos organicen luego a su regreso actividades con jóvenes de al menos doce provincias de Cuba.”
La condena de Luiz Inácio Lula da Silva, es la materialización más reciente de la nueva estrategia de Estados Unidos contra la izquierda latinoamericana, en la cual se emplea a la justicia como fórmula para quitar del camino a los líderes elegidos por el pueblo en las urnas.
e incluso política del país (…)». Fidel Castro
El 18 de abril de 1970 fue presentada la primera computadora cubana, la CID 201. Desde hacía cinco meses atrás, jóvenes ingenieros, físicos y matemáticos de la Universidad de La Habana se habían encaminado en el empeño de diseñar y construir el equipo, un reto a gran escala, pues cualquier ayuda del exterior para adquirir las partes y piezas necesarias era truncada por el bloqueo del Gobierno norteamericano.
No obstante, se hizo. Y detrás del hito estaba la figura de Fidel Castro, nuestro Comandante en Jefe, quien con su mirada visionaria comprendió desde bien temprano la necesidad de impulsar el desarrollo de la informática y la industria electrónica en Cuba. Tal empeño permitió, además, utilizar el modelo inicial de la primera computadora en áreas clave para la economía del país, en aquellos años, como la zafra azucarera y el control de ferrocarriles.
Así recordó este jueves Melchor Gil Morell, miembro del Consejo Nacional de la Unión de Informáticos de Cuba, en una de las sesiones de la Feria y Convención Internacional Informática 2018, que hasta hoy sesiona en el Palacio de Convenciones de La Habana y en el recinto ferial Pabexpo.
A partir de los resultados que fueron alcanzándose, el líder de la Revolución Cubana estimuló el potencial de los especialistas y técnicos cubanos, y para la década de 1970 cerca del 90 % de la capacidad de cómputo del país estaba soportada en la producción nacional, comentó.
Pero no solo había que producir –dijo Gil Morell–, Fidel sabía de la importancia de la universalización del conocimiento y del acceso masivo a la computación, de ahí que impulsara el surgimiento de los Joven Club de Computación y Electrónica y fue el artífice de otro gran proyecto: la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI), que se creó en el 2002.
La UCI, según sus propias palabras, se trataba de un centro de nuevo tipo, de alcance nacional, de tareas concretas en el proyecto de la informatización de la sociedad cubana y con énfasis en la producción de software. Debía convertirse en el motor impulsor para el desarrollo tecnológico en Cuba, rememoró el especialista durante el encuentro.
LIMA.– Una pequeña marca en la esquina izquierda indica las fotos que fueron sugeridas para la edición del día y las que permanecieron sin publicar. Solo los buenos fotógrafos se tomaban el trabajo de identificarlas en medio de la presión del cierre. Jorge Oller era y es de los mejores.
Fue él quien acompañó al Comandante en Jefe durante su gira por Chile en 1971 y la breve parada que hizo en Perú el 4 de diciembre de ese año para encontrarse con el General Juan Velasco Alvarado, una esperanza progresista en una América Latina tomada por la derecha.
Las tiras de negativos que revisamos fueron guardadas hace casi medio siglo en cajas de madera y sobres de papel blanco, cuya acidez deteriora las imágenes. El daño, multiplicado por la humedad, se inicia casi siempre en los bordes y se va extendiendo hacia el centro, hasta que al final solo queda un celuloide transparente sin información ni valor alguno.
Por suerte, o mejor, por el arte de quienes se dedican a cuidar los más de tres millones de fotos del archivo de Granma, las instantáneas de Oller no tienen mayores problemas y el proceso de digitalización se encarga de frenar el deterioro por completo.
Las fotos de Lima muestran un aeropuerto repleto que explota en aplausos con la llegada de Fidel. Pero hay preguntas que las imágenes no pueden responder: ¿quiénes eran esas personas? ¿Qué pensaban? ¿Por qué fueron hasta allí?
Pocas veces tiene uno la oportunidad de conversar con una foto. Sin embargo, Gustavo Espinoza nos ofrece esa posibilidad. Él fue uno de los cientos de peruanos que esperaron al líder de la Revolución Cubana en la escalerilla del avión.
«Era la primera vez que Fidel venía al Perú, sabíamos que iba a estar muy poco tiempo, porque venía de paso desde Chile», recuerda. «Nosotros estábamos desarrollando el Segundo Congreso Nacional de Trabajadores de Perú e interrumpimos todo para llevar a los delegados hasta el aeropuerto».
En total, asegura a este diario, se desplazaron unas 400 personas con decenas de carteles sobre Fidel, Velasco, la Revolución y las relaciones entre Cuba y Perú, los mismos que se ven en las fotos de Oller.
Espinoza, que por entonces era el secretario general de la Confederación General de Trabajadores del Perú, tuvo la oportunidad de ver a Fidel tras su encuentro de casi cuatro horas con Velasco Alvarado.
«Fidel dijo que estaba muy contento de estar en el Perú, que era un gran honor venir a la Patria de José Carlos Mariátegui. Contó que fue a Chile a ver a Salvador Allende en una gira para alimentar la esperanza de los pueblos y dijo también que la Revolución Cubana veía con gran simpatía el proceso peruano», recuerda Espinoza.
Aún hoy no se sabe con exactitud qué conversaron Fidel y Velasco Alvarado, pero quedó clara la afinidad que existía entre ellos a pesar de sus evidentes diferencias.
Pocos meses después de la visita de Fidel, en julio de 1972, Alvarado restablece las relaciones con Cuba en contra de las indicaciones de Washington, que al igual que ahora se basaban en aislar a la Mayor de las Antillas por todos los métodos posibles.
«Ambos tenían voluntad revolucionaria, aunque con ópticas distintas de lo que era la revolución», considera Espinoza. «Para Velasco, la revolución no era equivalente al socialismo en el sentido que Fidel le daba al socialismo».
Sin embargo, el veterano dirigente sindical no duda de la auténtica voluntad revolucionaria de Velasco Alvarado. «Era un hombre profundamente solidario e identificado con los intereses del pueblo. Sentía en carne propia las angustias, el sufrimiento y las inquietudes de los de abajo. Era un hombre de abajo».
A pesar de las transformaciones sociales que emprendió, o quizá por eso mismo, algunos buscan cerrar el capítulo de Velasco Alvarado en Perú al catalogar su mandato como una dictadura.
Curiosamente, lo mismo sucedió con Allende en Chile y con los sandinistas después de su triunfo en julio de 1979 frente a la dictadura de Somoza. No fue muy distinto tampoco el tratamiento hacia Venezuela y la ola progresista y de izquierda latinoamericana que sobrevino desde principios del siglo XXI.
«Hay dos opiniones en este país: hay quienes dicen que el gobierno de Velasco fue una dictadura y hay quienes dicen que fue el gobierno más democrático que hubo en el país», señala Espinoza. «Nosotros sostenemos que fue el más democrático porque hizo transformaciones de corte democrático y antimperialista».
Por el contrario, añade, hubo «demasiadas concesiones a la clase dominante, de tal manera que pudo recomponerse y dar el golpe que finalmente dio al traste con el proceso».
Viendo las fotos de Oller, nos percatamos de que el avión de Fidel en 1971 aterrizó en la misma pista que la delegación cubana a los foros paralelos de la VIII Cumbre de las Américas y la Cumbre de los Pueblos, que se llevarán a cabo en Lima esta semana.
Se trata de una sección contigua al aeropuerto Jorge Chávez, de la capital peruana, que se utiliza para actividades de Estado o cuestiones de seguridad.
El simbolismo trasciende la casualidad. Fidel también es delegado a esta Cumbre. Solo que llegó 47 años antes para abrir el camino.